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1
jun
2016

Jubileo de los Sacerdotes

01 junio 2016 - 03 junio 2016 (Save to calendar)

Plaza de San Pedro

A imagen del buen Pastor, el sacerdote es hombre de misericordia y de compasión,

cercano a su gente y servidor de todos

Papa Francisco

 

 

 

 

PROGRAMA:

Miércoles 1 de junio de 2016

Desde las 9.00 a.m. hasta las 4:00 p.m.

En los templos jubilares (San Salvatore in Lauro, Santa Maria in Vallicella, San Giovanni dei Fiorentini):

Adoración eucarística

Sacramento de la Reconciliación

Peregrinación hacia la Puerta Santa

5:30 p.m.

Catequesis y Santa Misa por grupos lingüísticos (Alemán, Español, Francés, Inglés, Italiano, Polaco, Portugués)

 

Jueves 2 de junio de 2016

Retiro predicado por el Santo Padre

10.00 a.m.  Primera meditación

12.00 m. – Segunda meditación

4:00 p.m. Tercera meditación

5:30 p.m. Concelebración Eucarística

 

Viernes 3 de junio de 2016

Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús

9.30 a.m.- Santa Misa con el Santo Padre

 

 

INFORMACIÓN:

El Santo Padre celebrará en Roma el Jubileo de los sacerdotes del 1 al 3 de junio. Como signo de comunión, cada Iglesia particular está invitada a vivir este momento jubilar replicando, de acuerdo con las circunstancias propias, las actividades que tendrán lugar en Roma. De manera especial, se sugiere sintonizarse con las tres meditaciones que ofrecerá el Santo Padre el jueves 2 de junio, en preparación a la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, que se celebra el día siguiente.  

 

Miércoles 1 de junio

En la primera parte de la jornada, los sacerdotes y seminaristas están invitados a dirigirse a uno de los templos jubilares jubilares establecidos por el Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización para este Año Santo (San Salvatore in Lauro, Santa María in Vallicella, San Giovanni dei Fiorentini), donde tendrán la posibilidad de celebrar el sacramento de la Reconciliación y de dedicar un tiempo a la Adoración eucarística.

Será también el momento oportuno para realizar la peregrinación hacia la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro, aprovechando el corredor especial que se ha preparado para los peregrinos, el cual inicia en las proximidades de Castel Sant’Angelo y conduce a través de la Via della Conciliazione. A los participantes se sugerirá una franja horaria para vivir este momento, de modo que puedan ser acompañados en su propio idioma.

El segundo momento consistirá en una catequesis sobre la misericordia, impartida por un obispo, seguida de la concelebración eucarística. Para este momento, que se llevará a cabo en las horas de la tarde, algunas iglesias del centro histórico de Roma estarán listas para acoger a los sacerdotes y seminaristas, de acuerdo con la propia lengua.

Los idiomas garantizados son: alemán, español, francés, inglés, italiano, polaco, y portugués.

Los siguientes obispos han confirmado su participación para dirigir la catequesis y presidir la eucaristía:

 

Alemán

S.E.R. Mons. Georg Gänswein

Prefecto de la Casa Pontificia

 

Español

S.E.R Card. José Luis Lacunza Maestrojuán

Obispo de David

 

Francés

S.E.R. Mons. Vincent Dollmann

Obispo Auxiliar de Estrasburgo

 

Inglés

S.E.R. Mons. Robert Barron

Obispo Auxiliar de Los Angeles

 

Italiano

S.E.R. Card. Gianfranco Ravasi

Presidente del Pontificio Consejo para la Cultura

 

Polaco

S.E.R. Mons. Grzegorz Rys

Obispo Auxiliar de Cracovia

 

Portugués

S.E.R. Mons. Paulo Cezar Costa

Obispo Auxiliar de Rio de Janeiro

 

Jueves 2 de junio

La segunda jornada del Jubileo de los sacerdotes estará dedicada a un retiro espiritual que impartirá el Santo Padre a todos los sacerdotes y seminaristas del mundo.

En Roma, los participantes serán congregados en tres iglesias para seguir las meditaciones. Durante la jornada, el Papa Francisco ofrecerá tres meditaciones, una  en cada lugar. Estas meditaciones podrán ser seguidas en directo en todo el mundo a través de Internet o mediante las televisoras que transmitirán la señal. Las indicaciones técnicas para seguir el evento se comunicarán oportunamente a las Diócesis y a los medios de comunicación interesados.

El retiro terminará en la tarde con la concelebración eucarística por grupos lingüísticos. Los sacerdotes, llevando alba y estola blanca, y los seminaristas serán orientados hacia el lugar donde se llevará a cabo la celebración.

En el Punto de información para peregrinos se indicará a cada participante el lugar al cual deberá dirigirse para asistir al retiro espiritual. Por motivos logísticos y de seguridad, el PASE que se entregará a cada participante garantizará el acceso únicamente al lugar en él indicado.

 

Viernes 3 de junio

El Jubileo de los Sacerdotes terminará con la celebración de la eucaristía en la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús. La Santa Misa, presidida por el Santo Padre, podrá ser concelebrada por todos los sacerdotes, quienes deberán llevar consigo alba, estola blanca y el billete de ingreso que podrán reclamar en el Punto de información para peregrinos.

 

PREGUNTAS FRECUENTES:

¿Quiénes pueden participar en el Jubileo de los Sacerdotes?

Todos los obispos y sacerdotes están invitados a participar, en comunión con el Santo Padre, de este evento jubilar; también los seminaristas que se encuentran en proceso de formación hacia la vida sacerdotal podrán tomar parte en el evento.

 

¿Cómo participar en el Jubileo de los Sacerdotes en Roma?

Todos los sacerdotes y seminaristas que deseen participar del evento en Roma deben formalizar su inscripción en la página web del Jubileo www.im.va Para acceder al formulario de inscripción, primero es necesario registrarse al sitio siguiendo las respectivas instrucciones. Una vez registrado, el peregrino o grupo podrán inscribirse a los distintos eventos, en este caso al “Jubileo de los sacerdotes”.

Es muy importante que en la sección “Detalles del evento” se indique a cuáles actividades se pretende participar efectivamente (peregrinación a la Puerta Santa, Catequesis, retiro espiritual, Santa Misa en la Plaza san Pedro), lo cual permitirá disponer adecuadamente los lugares de agregación. Si se trata de un grupo, indicar el número de personas que asistirán a cada momento; quien participa individualmente basta que escriba “uno” (1).

Cuando una persona haya completado todos los campos obligatorios y reciba el mensaje “Su formulario ha sido salvado con éxito” puede considerarse inscrita formalmente al Jubileo de los sacerdotes. El sistema no envía ningún otro tipo de confirmación de la inscripción. Luego, aproximándose le evento, las personas inscritas recibirán a través de correo electrónico otras informaciones de interés.

Nota: Los señores obispos pueden informar a cuáles actividades tomarán parte mediante correo electrónico (info@im.va).

 

Una vez inscrito, ¿qué debo hacer?

La organización del viaje a Roma y del alojamiento corre por cuenta de cada participante. Una vez en Roma, los participantes son invitados a pasar por el Punto de Información para Peregrinos, ubicado en Via della Conciliazione 7, donde les serán entregados los pases que permitirán ingresar a los distintos lugares donde se desarrollará el evento.

Es necesario recordar a los peregrinos que las medidas de seguridad en Roma se han incrementado y, por tanto, los pases constituyen un requisito indispensable para participar en algunas actividades, especialmente en las que estará presente el Santo Padre. Por el mismo motivo se pide el favor de traer las licencias eclesiásticas (Celebret) o, en el caso de los seminaristas, el carnet que los acredite como miembros de un seminario o casa de formación.

 

El Punto de información para peregrinos estará abierto con anterioridad al evento, todos los días de 7:30 a.m. a 6:30 p.m.

 

¿Existe un plazo para la inscripción?

Sí. Hasta el 29 de mayo de 2016.

 

¿La participación tiene algún costo?

Para el Jubileo de los Sacerdotes se ha establecido una contribución de solidaridad de diez euros por participante (€10.oo), destinados a cubrir parte de los gastos que comportará el evento. En el Punto de información para peregrinos, al momento de recibir los pases respectivos, los peregrinos que lo deseen podrán hacer esta donación.

 

¿En qué lugares se desarrollará el evento?

Los lugares donde se realizarán las distintas actividades se comunicarán oportunamente, junto  con otras informaciones útiles, a todos los inscritos mediante correo electrónico. Para esto también invitamos a seguir las informaciones que aparecerán en esta página web.

 

¿A cuáles actividades pueden participar los laicos y religiosas?

Todos los fieles presentes en Roma están invitados a participar de la Santa Misa en la Plaza san Pedro el viernes 3 de junio, para agradecer el don del ministerio sacerdotal y orar por la santificación de todos los sacerdotes. Las actividades del 1 y 2 de junio, en cambio, están reservadas exclusivamente sacerdotes y seminaristas. 

 

Informaciones importantes para la participación en el Jubileo de los Sacerdotes

 

Estimado Sacerdote/Seminarista,

        

        nos alegramos por tu participación en el próximo Jubileo de los Sacerdotes, que tendrá lugar en Roma, del 1 al 3 de junio de 2016. Te transmitimos algunas importantes indicaciones prácticas:

 

1.     Al llegar a Roma, cada Responsable de grupo – o cada sacerdote/seminarista que se haya inscrito individualmente – deberá confirmar personalmente su participación al Jubileo de los Sacerdotes, acercándose al Centro de Acogida de Peregrinos situado en la Vía de la Conciliación, 7. Dicha visita de confirmación se puede realizar a partir del domingo 29 de mayo, todos los días de 7:30 a 18:30 horas, presentando el voucher que, en los próximos días, se enviará por correo electrónico a todos los participantes.

 

2.     Todo sacerdote inscrito individualmente deberá presentar en el Centro de Acogida de Peregrinos su propio celebret oficial. Para los grupos, en cambio, es suficiente que el Responsable del Grupo presente su propio celebret. A cada persona que se ha inscrito individualmente y a cada Responsable de grupo para todos los miembros de su grupo, se les entregará lo siguiente: A) el PASE oficial para asistir a todos los eventos del programa. En el PASE estará indicada la Basílica de referencia para el Retiro espiritual. Se hace hincapié en la necesidad de respetar esta indicación y no cambiar de Basílica ya que los participantes han sido distribuidos entre las tres Basílicas Papales en función de su procedencia lingüística y del servicio de traducción simultánea. N.B. Por motivos de seguridad, el PASE debe llevarse durante todos los eventos programados; B) el billete para la Concelebración – o, en el caso de los seminaristas, el billete de entrada – para la Santa Misa que el Papa Francisco presidirá el viernes 3 de junio; C) el folleto que contiene diversa información útil para vivir el Jubileo e incluye también el subsidio para la liturgia. Junto a la entrega de este material, cada Responsable de grupo y cada sacerdote inscrito individualmente podrá pagar una contribución solidaria por un importe de 10 € por cada participante.

 

3.     Los que se han inscrito para participar sólo a la Santa Misa del viernes 3 de junio no están obligados a pagar la contribución de solidaridad. En el Centro de Acogida de Peregrinos hay a disposición billetes gratuitos para participar en la Santa Misa, pero se advierte que este tipo de billetes sólo permiten el acceso a la Plaza de San Pedro y no a la concelebración.

 

4.     El miércoles, 1 de junio, de 9:00 a 16:00 horas, todos los participantes podrán realizar la peregrinación a la Puerta Santa de San Pedro según los diversos grupos lingüísticos, de acuerdo con el programa que será incluido en el folleto del evento. En este día los participantes podrán visitar una de las tres Iglesias Jubilares, donde se puede celebrar el Sacramento de la Reconciliación y participar en la adoración eucarística. Algunos Misioneros de la Misericordia estarán a disposición de los participantes para las confesiones en varias lenguas. Las Iglesias Jubilares son:

 

San Salvador en Lauro (Piazza di San Salvatore in Lauro, 15)

Santa María en Vallicella [Chiesa Nuova] (Piazza della Chiesa Nuova)

San Juan Bautista de los Florentinos (Piazza dell'Oro, 1)

 

5.     El miércoles, 1 de junio, a las 17:30 horas, los participantes se dividirán en grupos lingüísticos para escuchar la catequesis y, poco después, participar en la concelebración eucarística. Aquellos que deseen concelebrar deberán llevar consigo alba y estola blanca. Las iglesias involucradas son:

 

Italiano:

        Iglesia de Santa María en Vallicella [Chiesa Nuova], Piazza della Chiesa Nuova

Español:

        Basílica de los XII Apóstoles, Piazza dei Santi Apostoli, 51

Inglés:

        Basílica de Sant’Andrea della Valle, Piazza Vidoni, 6

Francés:

        San Luis de los Franceses, Piazza di S. Luigi de' Francesi

Polaco:

        Basílica de San Marcos Evangelista al Campidoglio, Piazza di San Marco, 48 (confinante con Piazza Venezia)

Alemán:

        San Salvador en Lauro, Piazza di San Salvatore in Lauro, 15

Portugués:

        Iglesia de Santa Mónica, Piazza S. Uffizio

 

6.     El jueves, 2 de junio, estará dedicado al Retiro espiritual predicado por el Santo Padre para todos los sacerdotes y seminaristas.

        N.B. La entrada a las Basílicas para el Retiro espiritual estará reservada exclusivamente para los sacerdotes y seminaristas que presenten su propio PASE. Asimismo, se recuerda que el 2 de junio es día festivo en Italia, por lo que el transporte público se reducirá y algunas zonas del Centro Histórico de Roma podrían estar bloqueadas debido al desfile militar que ocupará sobre todo la Vía de los Foros Imperiales.

        El Santo Padre ofrecerá tres meditaciones, una en cada una de las tres Basílicas Papales: San Juan de Letrán, Santa María La Mayor y San Pablo Extramuros. El Retiro ha sido organizado de tal manera que cuando el Santo Padre habla en una de las tres Basílicas, los presentes en las otras dos Basílicas lo podrán seguir en directo. Las meditaciones están previstas a las 10:00, a las 12:00 y a las 16:00 horas.

        La Basílica de San Pablo Extramuros acogerá a todos los sacerdotes y seminaristas de lengua no italiana y estará dotada con un servicio de traducción simultánea en español, inglés, francés, alemán, polaco y portugués. Los presentes en San Pablo Extramuros recibirán una bolsa de comida para llevar de forma gratuita.

        La Basílica de Santa María La Mayor acogerá a todos los sacerdotes y seminaristas de lengua italiana que no pertenecen a la Diócesis de Roma. La Archibasílica de San Juan de Letrán, en cambio, acogerá a los sacerdotes – diocesanos y religiosos – pertenecientes a la Diócesis de Roma y a los sacerdotes que prestan servicio en la Curia Romana.

        Inmediatamente después de la tercera Meditación del Santo Padre tendrá lugar la Concelebración Eucarística. Los sacerdotes que participarán en el retiro en la Archibasílica de San Juan de Letrán y en la Basílica de Santa María La Mayor tendrán la concelebración en las mismas Basílicas, mientras que los que participarán en la Basílica de San Pablo Extramuros se dividirán en grupos lingüísticos en las siguientes iglesias:

 

Español y portugués:

        Basílica de San Pablo Extramuros

Alemán:

        Pontificio Oratorio San Pablo, Viale di San Paolo, 12

Inglés:

        Parroquia de Santa María Reina de los Apóstoles, Via Antonino Pio, 75

Francés:

        Cripta de Santa María Reina de los Apóstoles, Via Antonino Pio, 75

Polaco:

        Sub-cripta de Santa María Reina de los Apóstoles, Via Antonino Pio, 75

 

        N.B. 1) Los que deseen concelebrar deberán llevar consigo alba y estola blanca. 2) La Parroquia de Santa María Reina de los Apóstoles se encuentra a poca distancia de San Pablo Extramuros. Los sacerdotes recibirán indicaciones de los Voluntarios del Jubileo para llegar a dicho lugar. En cualquier caso, estarán a disposición autobuses para llegar a la iglesia.

 

7.     El Papa Francisco presidirá la Concelebración de la Santa Misa, el viernes 3 de junio, a las 9:30 horas, en la plaza de San Pedro, en el 160o Aniversario de la Institución de la Fiesta Litúrgica del Sagrado Corazón. Para poder concelebrar, todo sacerdote deberá llevar consigo alba y estola blanca y el correspondiente billete que habrá recibido del Responsable de grupo o que habrá recogido personalmente en el Centro de Acogida de Peregrinos (cfr. n. 2). A todos los sacerdotes se les ruega entrar en el Vaticano a las 7:30 horas, llevando consigo el billete correspondiente, por la entrada Petriano, situada en la Plaza del Santo Oficio (mirando a la Basílica de San Pedro, es la entrada que se encuentra en la parte externa del brazo izquierdo de la columnata de Bernini, custodiada por dos Guardias Suizos con el uniforme). Desde allí, todos los sacerdotes serán conducidos hasta el atrio del Aula Pablo VI (el Aula de las Audiencias Papales) donde podrán revestirse. N.B. Dado que todos los sacerdotes serán sometidos a los habituales controles de seguridad, es absolutamente indispensable llegar antes de las 7:30 horas, con el fin de facilitar la entrada conjunta al Vaticano. Una vez revestidos, todos los sacerdotes entrarán en procesión en la Plaza de San Pedro para ocupar los sitios a ellos reservados.

 

8.    El viernes, 3 de junio, a las 18:00 horas, todos los participantes en el Jubileo de los Sacerdotes, tanto sacerdotes como seminaristas, están invitados a recitar juntos el Santo Rosario en la Plaza de San Pedro.

 

9.    El Centro de Acogida de Peregrinos estará a disposición de los participantes para cualquier información. 

 

 

 

HOMILÍA DEL SANTO PADRE FRANCISCO

Plaza de San Pedro 
Viernes 3 de junio de 2016
Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús

 

La celebración del Jubileo de los Sacerdotes en la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús nos invita a llegar al corazón, es decir, a la interioridad, a las raíces más sólidas de la vida, al núcleo de los afectos, en una palabra, al centro de la persona. Y hoy nos fijamos en dos corazones: el del Buen Pastor y nuestro corazón de pastores.

El corazón del Buen Pastor no es sólo el corazón que tiene misericordia de nosotros, sino la misericordia misma. Ahí resplandece el amor del Padre; ahí me siento seguro de ser acogido y comprendido como soy; ahí, con todas mis limitaciones y mis pecados, saboreo la certeza de ser elegido y amado. Al mirar a ese corazón, renuevo el primer amor: el recuerdo de cuando el Señor tocó mi alma y me llamó a seguirlo, la alegría de haber echado las redes de la vida confiando en su palabra (cf. Lc 5,5).

El corazón del Buen Pastor nos dice que su amor no tiene límites, no se cansa y nunca se da por vencido. En él vemos su continua entrega sin algún confín; en él encontramos la fuente del amor dulce y fiel, que deja libre y nos hace libres; en él volvemos cada vez a descubrir que Jesús nos ama «hasta el extremo» (Jn 13,1); no se detiene antes, va hasta el final, sin imponerse nunca.

El corazón del Buen Pastor está inclinado hacia nosotros, «polarizado» especialmente en el que está lejano; allí apunta tenazmente la aguja de su brújula, allí revela la debilidad de un amor particular, porque desea llegar a todos y no perder a nadie.

Ante el Corazón de Jesús nace la pregunta fundamental de nuestra vida sacerdotal: ¿A dónde se orienta mi corazón? Pregunta que nosotros sacerdotes tenemos que hacernos muchas veces, cada día, cada semana: ¿A dónde se orienta mi corazón? El ministerio está a menudo lleno de muchas iniciativas, que lo ponen ante diversos frentes: de la catequesis a la liturgia, de la caridad a los compromisos pastorales e incluso administrativos. En medio de tantas actividades, permanece la pregunta: ¿En dónde se fija mi corazón? Viene a mi memoria esa oración tan bonita de la liturgia: «Ubi vera sunt gaudia…». ¿A dónde apunta, cuál es el tesoro que busca? Porque —dice Jesús— «donde estará tu tesoro, allí está tu corazón» (Mt 6,21). Tenemos debilidades todos nosotros, también pecados. Pero vayamos a lo profundo, a la raíz: ¿Dónde está la raíz de nuestras debilidades, de nuestros pecados? Es decir: ¿Dónde está el «tesoro» que nos aleja del Señor?

Los tesoros irremplazables del Corazón de Jesús son dos: el Padre y nosotros. Él pasaba sus jornadas entre la oración al Padre y el encuentro con la gente. No la distancia, sino el encuentro. También el corazón de pastor de Cristo conoce sólo dos direcciones:el Señor y la gente. El corazón del sacerdote es un corazón traspasado por el amor del Señor; por eso no se mira a sí mismo —no debería mirarse a sí mismo— sino que está dirigido a Dios y a los hermanos. Ya no es un «corazón bailarín», que se deja atraer por las seducciones del momento, o que va de aquí para allá en busca de aceptación y pequeñas satisfacciones. Es más bien un corazón arraigado en el Señor, cautivado por el Espíritu Santo, abierto y disponible para los hermanos. Y ahí resuelve sus pecados.

Para ayudar a nuestro corazón a que tenga el fuego de la caridad de Jesús, el Buen Pastor, podemos ejercitarnos en asumir en nosotros tres formas de actuar que nos sugieren las Lecturas de hoy: buscar, incluir y alegrarse.

Buscar. El profeta Ezequiel nos recuerda que Dios mismo busca a sus ovejas (cf. 34,11.16). Como dice el Evangelio, «va tras la descarriada hasta que la encuentra» (Lc 15,4), sin dejarse atemorizar por los riesgos; se aventura sin titubear más allá de los lugares de pasto y fuera de las horas de trabajo. Y no se hace pagar lo extraordinario. No aplaza la búsqueda, no piensa: «Hoy ya he cumplido con mi deber, y tal vez me ocuparé mañana», sino que se pone de inmediato manos a la obra; su corazón está inquieto hasta que encuentra esa oveja perdida. Y, cuando la encuentra, olvida la fatiga y se la carga sobre sus hombros todo contento. A veces tiene que salir para buscarla, para hablar, persuadir; otras veces debe permanecer ante el Sagrario, luchando con el Señor por esa oveja.

Así es el corazón que busca: es un corazón que no privatiza los tiempos y espacios. ¡Ay de los pastores que privatizan su ministerio! No es celoso de su legítima tranquilidad —legítima, digo; ni siquiera de esa—, y nunca pretende que no lo molesten. El pastor, según el corazón de Dios, no defiende su propia comodidad, no se preocupa de proteger su buen nombre, aunque sea calumniado como Jesús. Sin temor a las críticas, está dispuesto a arriesgar con tal de imitar a su Señor. «Bienaventurados cuando os insulten, os persigan….» (Mt 5,11).

El pastor según Jesús tiene el corazón libre para dejar sus cosas, no vive haciendo cuentas de lo que tiene y de las horas de servicio: no es un contable del espíritu, sino un buen Samaritano en busca de quien tiene necesidad. Es un pastor, no un inspector de la grey, y se dedica a la misión no al cincuenta o sesenta por ciento, sino con todo su ser. Al ir en busca, encuentra, y encuentra porque arriesga. Si el pastor no arriesga, no encuentra. No se queda parado después de las desilusiones ni se rinde ante las dificultades; en efecto, es obstinado en el bien, ungido por la divina obstinación de que nadie se extravíe. Por eso, no sólo tiene la puerta abierta, sino que sale en busca de quien no quiere entrar por ella. Y como todo buen cristiano, y como ejemplo para cada cristiano, siempre está en salida de sí mismo. El epicentro de su corazón está fuera de él: es un descentrado de sí mismo, centrado sólo en Jesús. No es atraído por su yo, sino por el tú de Dios y por el nosotros de los hombres.

Segunda palabra: incluir. Cristo ama y conoce a sus ovejas, da la vida por ellas y ninguna le resulta extraña (cf. Jn 10,11-14). Su rebaño es su familia y su vida. No es un jefe temido por las ovejas, sino el pastor que camina con ellas y las llama por su nombre (cf. Jn 10, 3-4). Y quiere reunir a las ovejas que todavía no están con él (cf. Jn 10,16).

Así es también el sacerdote de Cristo: está ungido para el pueblo, no para elegir sus propios proyectos, sino para estar cerca de las personas concretas que Dios, por medio de la Iglesia, le ha confiado. Ninguno está excluido de su corazón, de su oración y de su sonrisa. Con mirada amorosa y corazón de padre, acoge, incluye, y, cuando debe corregir, siempre es para acercar; no desprecia a nadie, sino que está dispuesto a ensuciarse las manos por todos. El Buen Pastor no conoce los guantes. Ministro de la comunión, que celebra y vive, no pretende los saludos y felicitaciones de los otros, sino que es el primero en ofrecer mano, desechando cotilleos, juicios y venenos. Escucha con paciencia los problemas y acompaña los pasos de las personas, prodigando el perdón divino con generosa compasión. No regaña a quien abandona o equivoca el camino, sino que siempre está dispuesto para reinsertar y recomponer los litigios. Es un hombre que sabe incluir.

Alegrarse. Dios se pone «muy contento» (Lc 15,5): su alegría nace del perdón, de la vida que se restaura, del hijo que vuelve a respirar el aire de casa. La alegría de Jesús, el Buen Pastor, no es una alegría para sí mismo, sino para los demás y con los demás, la verdadera alegría del amor. Esta es también la alegría del sacerdote. Él es transformado por la misericordia que, a su vez, ofrece de manera gratuita. En la oración descubre el consuelo de Dios y experimenta que nada es más fuerte que su amor. Por eso está sereno interiormente, y es feliz de ser un canal de misericordia, de acercar el hombre al corazón de Dios. Para él, la tristeza no es lo normal, sino sólo pasajera; la dureza le es ajena, porque es pastor según el corazón suave de Dios.

Queridos sacerdotes, en la celebración eucarística encontramos cada día nuestra identidad de pastores. Cada vez podemos hacer verdaderamente nuestras las palabras de Jesús: «Esto es mi cuerpo que se entrega por vosotros». Este es el sentido de nuestra vida, son las palabras con las que, en cierto modo, podemos renovar cotidianamente las promesas de nuestra ordenación. Os agradezco vuestro «sí», y por tantos «sí» escondidos de todos los días, que sólo el Señor conoce. Os agradezco por vuestro «sí» para dar la vida unidos a Jesús: aquí está la fuente pura de nuestra alegría.

 

 

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Plaza de San Pedro, Ciudad del Vaticano, Ciudad del Vaticano